El propósito final de la monitorización de un desarrollo inmobiliario es vigilar las actuaciones de todos los agentes intervinientes en el mismo, en fases de proyecto y ejecución de obra, al objeto de garantizar la correcta finalización del mismo y controlar la inversión financiera durante el proceso.
El Risk Monitor desarrolla tres funciones esenciales que describimos a continuación.
Ver plano de acción 'RIM'CONTROLAR la inversión financiera durante los procesos de construcción, a través del control de las certificaciones de obra y de los pagos a centros de costes de la inversión.
INFORMAR puntualmente sobre cumplimiento de plazos y calidad efectivos, a la vista del desarrollo las obras, frente a lo establecido inicialmente en los contratos de construcción.
ASISTIR como observador a las reuniones de obra, para identificar y anticipar posibles incidencias. Un sistema de alerta temprana permite a la entidad conocer, con antelación, posibles contratiempos e implementar, al tiempo, las medidas correctoras.
La figura del Risk Monitoring asume la actividad de supervisión de costes, plazos y calidad de un proyecto ejecutado y gestionado por un tercero, para asegurar el cumplimiento de las condiciones inicialmente aprobadas.
El seguimiento del proyecto comienza con un estudio exhaustivo del proyecto Due Diligence. A lo largo del desarrollo de los trabajos se emitirán Informes de Progreso y los correspondientes Certificados de Desembolso.
El proceso finaliza con un Informe Final y Recopilatorio, de cierre y desactivación, en el que se comprueba que el cierre del proyecto se ha realizado correctamente.